Terrores nocturnos

Problemas derivados de los terrores nocturnos

Terrores nocturnos

Los terrores nocturnos afectan a un 3% de los niños, aparecen normalmente a los 2-3 años, aunque pueden ocurrir hasta los 12 años. El niño está agitado, angustiado, grita, llora, suda… A diferencia de las pesadillas, en los terrores nocturnos el niño no recordará nada de lo que ha ocurrido, por lo que interrogarle no generará más que confusión. Suelen producirse en las primeras horas de la noche.

Entre las causas se apuntan factores psicológicos (tensión emocional, ansiedad…), fiebre, etc. Generalmente se resuelven espontáneamente; cuando no es así , el tratamiento va dirigido a abordar los problemas conductuales que generan tensión (problemas escolares, relaciones con los padres o hermanos, etc..).